martes, 12 de octubre de 2010

Callejeros Karaoke.

Faltó poco para esto.
Todo aquél que frecuente mínimamente los Karaokes sabe que en todo karaoke que se precie siempre hay un friki (entiéndase friki como 'personaje pintoresco'). Con suerte, será un gentelmán casposo y no un completo inadaptado social. A menudo cantará bien, sea debido a su asiduidad o a que precisamente ha acudido al karaoke para explotar esa cualidad innata. En ocasiones invitan a las mozas de buen ver a cantar con ellos, aunque la mayoría se conforma con unos minutos de atención y aplausos.

Sin embargo, con lo que me encontré este domingo en un Karaoke coruñés es sencillamente demasiado. Como sugiero en el título del post, podría haberse rodado un capítulo de Callejeros en aquél local. Entré acompañado por mi hermana y una amiga y, nada más sentarnos, nos abordó un tipo alto, regordete, con gafas de culo de vaso y una constante risa entrecortada que dejaba al descubierto unos dientes que parecían llevarse muy mal entre ellos. Se presenta, invita a la amiga a cantar una canción juntos y en petit comitè (es decir, salpicándome de cubata al hablar) me pregunta cuál es mi novia. Le aclaro la situación y él me explica que va de buen rollo y se ríe como el flipy. Le digo que no pasa nada y me responde que mejor preguntar que meter la pata luego, tras lo cuál se ríe de nuevo. Asiento y me comenta que alguna vez le ha pasado y no quiere líos, y vuelve a reírse. Respondo con un 'ahá' y continúa contándome que es muy respetuoso con esas cosas y se ríe. Esto se prolonga hasta que me planteo darle un preservativo y gritarle que como si se la tira ahí mismo pero que por favor me deje en paz de una vez. Cuando ella accede a cantar con él, se va al cuarto de baño, de donde vuelve frotándose la nariz y dando saltos. No bien mi amiga termina de anotar la canción, aparece ante nosotros un tipo de unos cincuenta años, con una barba digna de un enano y un traje que había conocido tiempos mejores. Dice que la ha visto escribir con la mano izquierda y que siempre le ha intrigado cómo hacen los zurdos para escribir con la izquierda. Ella trata de pasarme el muerto diciéndole que yo soy zurdo también, pero, inexplicablemente, él no parece tan predispuesto a hablar conmigo. No le damos conversación y el hombre acaba marchándose. Mi amiga y el primer personaje cantan su canción y, tras muchas alabanzas él vuelve a su rincón y llega el novio de ella. En ese momento pasa otro barbudo, éste en chandal, con una sonrisa nos dice al pasar algo que no entendemos. Ante nuestro estupor, el tercer personaje lanza otra frase ininteligible y huye. Tras eso, el segundo personaje vuelve, trayéndose esta vez consigo a una mujer de más o menos su edad que, según nos explica, también es zurda. Le pide a mi amiga que escriba algo para ver cómo funciona la cosa y yo que empiezo a estar un poco mosca. le corto y le digo, con toda amabilidad, que no hay nada que ver, que escribir con la mano izquierda es igual que hacerlo con la derecha solo que con otra mano. Mi amiga corrobora mi historia con su mejor sonrisa y esperamos ganarle por agotamiento de nuevo. En seguida se levantan y se van. Como no estamos muy cómodos con el ambiente del local, nos planteamos irnos, pero el caso es que había visto entre el repertorio Hardrock Hallelujah, de Lordi y me negué a irme antes de cantarla. El novio de mi amiga decide ir a hablar con quien pone las canciones para ver si se puede acelerar la cosa y yo le acompaño. Por el camino, el tercer personaje vuelve a decir algo ininteligible a mi paso. Le digo si puede repetir, que habla muy bajo, y me acerco, a lo que él responde que 'le gusta hablar poco y bajo'. Finalmente ponen mi canción y otra que ha pedido mi hermana, y el primer personaje regresa para alabar de nuevo a mi amiga, decirle a mi hermana que le falta sentimiento y a mí que 'a tí ya no te digo nada'. Luego palmea vigorosamente la pierna del novio de mi amiga y dice 'Vaya suerte que tienes, chaval' y se despide.

Tras esta experiencia se me plantean varias cuestiones que desafío a mis lectores para que traten de darles respuesta en los comentarios: ¿Qué decía el personaje de los susurros? ¿Acaso se metía con nuestras madres? ¿Quién era el tipo del traje? ¿Sería lo de los zurdos una mera excusa para hablarnos? ¿Tal vez sea un importante investigador científico de karaoke? ¿Tendrá un fetiche sexual con las mujeres que escriben con la mano izquierda? ¿Cuál sería su relación con la mujer que le acompañaba? ¿Sujeto de estudio? ¿Ligue de una noche? ¿De qué se reía el primer personaje? ¿Por qué siempre hay un friki en el karaoke? ¿Porqué esa vez había tantos? ¿Por ser Domingo de madrugada? ¿Escribirán estos personajes en sus blogs acerca del peturbado con el que se encontraron esa noche?

Lo que está claro, es que los niveles extrañeza esa noche alcanzaron niveles astronómicos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Solamente una sigla:

WTF?????

Ráps